En la primera parte de la clase descubrimos el origen histórico tanto de la ginebra como de la tónica y del nacimiento de su combinación: durante la conquista de la India los soldados británicos desplazados a comenzaron a mezclar la tónica con la ginebra para poder mejorar el sabor de la primera y aprovechar así las propiedades de la quinina para combatir los picores de mosquitos que transmitían la malaria.
Tras conocer un poco más sobre el origen del cóctel protagonista del curso, hicimos una pequeña cata de ginebras para tratar de reconocer algunos de sus botánicos tanto en boca como mediante el olfato, en este caso se trataba de marcas bastante conocidas en el mercado: Seagrams, Tanqueray, Citadelle y Bulldog.
Posteriormente Adrián nos explicó el paso a paso de un buen cóctel de este tipo:
1. Llenar la copa de hielos para enfriarla: en contra de la creencia popular de a más hielo más aguada la copa… Cuánto más hielo más tiempo mantendrá frío el combinado, más tardará en deshacerse. Debemos remover el hielo en la copa con el fin de enfriar el cristal de la misma.
2. Verter 5 centilitros de ginebra.
3. Añadimos la tónica: con especial delicadeza y ayudándonos por la cucharilla trenzada debemos dejar caer la tónica, tratando de evitar el impacto que haría que perdiese su fuerza.
4. Aromatizar: lo más habitual es cortar la piel de naranja, lima o limón y con ayuda de unas pinzas, y exprimir sobre los hielos o frotarlas contra el borde de la copa.
Una vez claros los conceptos básicos de esta bebida y su elaboración en lo que más se profundizo durante este curso fue en buscar las mejores combinaciones entre las diferentes tónicas y los tipos de ginebra. Algunos de los asistentes pudieron elaborar sus propios cócteles involucrando en el proceso desde diferentes pieles de frutas a realizar infusiones en la ginebra.
El proceso de infusionado fue uno de los más interesantes: consiste en el proceso de absorción por parte de la ginebra de los sabores externos que quedamos añadirle, simplemente debemos colocar la infusión en un vaso ancho, verter la ginebra y dejar que adquiera sus esencias durante algo menos de un minuto, veremos que el alcohol toma color y retiraremos la bolsita de té o colamos el contenido para elaborar en una copa de balón el gin tonic.
Para cerrar la velada, Adrián elaboró un combinado de campeonato: ginebra marca Beefeater24 infusionada con un té de kombucha y fruta, con tónica Schweppes de jengibre y cardamomo. Antes de servir lo aromatizó con piel de mandarina y canela.
Una clase muy recomendable para conocer más acerca de este combinado y dirigida a todo tipo de públicos: desde aficionados a este cóctel a profesionales del sector hostelero.
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