En esta ocasión, hemos asistido a la cata de aceites de Castillo de Canena, una empresa familiar líder en el mundo del aceite de oliva virgen extra y la única en el mundo que cuenta con la máxima referencia y puntuación de calidad en laboratorio.
Lo primero que debemos tener claro es la diferencia entre un aceite de oliva virgen extra y un aceite de oliva virgen: la clave es la calidad de sus propiedades.
La calidad del aceite es medida mediante diversos análisis químicos, en el caso del aceite de oliva virgen extra además de no encontrar ningún tipo de defecto en los valores del producto, nunca se sobrepasan los 0.8 grados de acidez. En un aceite de oliva virgen puede llegar hasta los 2 grados de acidez y puede contar con otros margenes más flexibles a la hora de comprobar su calidad en el laboratorio.
Esta acidez es imperceptible a la hora de catar el aceite, sólo se puede medir a nivel químico; y, a pesar de la creencia social, nunca se debe relacionar la acidez con la intensidad del aceite.
El aceite de oliva virgen extra se obtiene con un método de extracción que consiste en triturar la aceituna y, mediante centrifugado, separar los elementos gracias a las diferentes densidades, siempre mecánicos y sin usar procesos de refinación.
A pesar de que España es el mayor productor del mundo en aceite de oliva virgen extra, sólo consumimos un 20% de aceite de este tipo, teniendo copado el mercado el aceite refinado hasta un 80%.
En Castillo de Canena prima la calidad por encima de todo, sólo trabajan con aceites de oliva virgen extra. Un buen aceite debe tener mucho aroma frutal, cierto picor y amargor, y en el caso de Castillo de Canena, todas son notas predominantes, consiguiendo un equilibrio difícil de explicar.
Durante la cata hemos probado sus cinco referencias clave, de más suave a más intensa: desde el Primero, elaborado con aceituna Royal autóctona de Jaen, al aceite Ahumado de Arbequina; pasando por el aceite del Primer Día de Cosecha, el Biodinámico o su premiada Reserva Familiar.
Como novedad, este año han puesto a la venta en un curioso formato el estuche Arbequina & Co: cuatro aceites de oliva virgen extra de aceituna arbequina al que se le añaden algunas gotas de aceites esenciales naturales y que están específicamente estudiados para combinar a la perfección entre sí:
Una buena idea de regalo para los más gastronómicos de la casa, ya que incluye un libro de recetas donde explican cómo estos aceites pueden ser utilizados en todo tipo de elaboraciones (cócteles, bizcochos, helados, carnes, ensaladas…) y ayudan a crear una combinación de sabores sorprendente.
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Muy buena la distinción que habéis hecho entre un aceite de oliva virgen extra y un aceite de oliva virgen. Es algo básico a la hora de realizar una cata. Otra cosa que creo que se debería destacar y que puede influir mucho en el sabor del aceite, es no fumar antes de realizar la cata. Se de muchos catadores que cometen este error y es garrafal. saludos